martes, 25 de septiembre de 2007

THE SECRET LIFE OF WORDS






A propósito del “Festival de la crueldad” de Glover.

Es difícil lograr una interpretación de la naturaleza de los seres humanos, sobretodo cuando somos testigos en la actualidad del apogeo del “Festival de la crueldad”, donde a su vez, dicha dificultad radica en el hecho de que la misma humanidad capaz de reproducir, torturas masivas, crueldad asimétrica, cruentas guerras religiosas, terror ideológico, etcétera, sea capaz a su vez de reproducir bondades, hechos altruistas, compromiso social, entre otros.

Ahora bien, retomando el hecho de la crueldad como foco de los procesos de tortura e intimidación, Glover pareciera dejar visto que, las personas cuyos comportamientos están encaminados hacia este tipo de actos, poseen definitivamente un desarrollo emocional diferente. Sin embargo, tomando en cuenta los procesos socios históricos que caracterizan el rumbo del siglo XX, pudiera pensarse que los procesos bélicos, las revoluciones sociales y el desarrollo ideológico que se ha ejercido a través de los medios de comunicación masiva, han hecho del humano, un ser que pareciera estar dejando de lado características que apuntan hacia el bienestar colectivo, pareciera que los seres humanos ya no se miran a los ojos y por el contrario la reproducción de las conductas individualistas donde la “supervivencia del más apto” al mejor estilo Darwinista, pudiese estar acercando cada vez más a la humanidad hacia la crueldad como opción de sobrevivencia. Porque si bien es cierto, las torturas que en su gran mayoría desconocemos puesto que no todas tienen igual cobertura, solo cuando se trata de satisfacer intereses políticos económicos dichas realidades son mostradas al mundo entero, son quizás realidades extremistas, sin embargo, en el acontecer diario podemos vislumbrar como de alguna u otra manera, el ser humano en su convivencia realiza actos de crueldad con diferentes grados de intensidad, pero igualmente crueles.

Despidos injustificados, violencia de género, violencia doméstica, discriminaciones raciales, xenofobia, posturas parciales, agresividad latente, intrigas, chismes, malas intenciones, son diversas acciones que evidencian el reinado de la crueldad entre los seres humanos.

The Secret Life of Words de Isabel Coixet, muestra como dos seres humanos, un hombre y una mujer, luego de ser sometidos a largos procesos de tortura y crueldad, presentan fuertes dificultades para establecer relaciones interpersonales satisfactorias. El una vida monótona en una planta de petrolífera, recuperándose de una explosión que lo dejo en cama y parcialmente ciego por un largo período de tiempo, un desarrollo emocional lastimado se encuentra con ella, una joven sobreviviente a las crueldades que trajo consigo la guerra de Kosovo. Una relación interpersonal que se genera a partir del dolor que dejan algunas experiencias cruentas vividas en el pasado, procesos comunicativos deficientes, heridas latentes, incapacidad de escudriñar, de encontrar respuestas. Y es precisamente una película que deja ver cómo los seres humanos luego de ser recurrentemente lastimados, no vuelven a llevar una vida, “digna de ser vivida”.

En la Venezuela actual, los titulares de prensa son aterradores, la violencia en la cual se encuentra sumida ésta sociedad no tiene límites, desde desastres naturales hasta maltratos entre conciudadanos, un viaje en el subterráneo es suficiente para experimentar y ser parte de la violencia y la crueldad presentes en esta realidad.

Sin embargo tal y como el capítulo de Glover concluye, es posible combatir la crueldad, es posible combatir el terror, quizás apostando por la formulación de “Imperativos categóricos”, por la difusión de estrategias ético morales que permitan a todos los seres humanos por igual, vislumbrar cómo cualquier hecho de violencia aun y cuando pudiera considerarse insignificante, puede estar causando estragos sobre todo en los individuos más vulnerables.

Seguramente, tendría entonces que procurarse un replanteamiento desde lo ideológico, lo religioso, lo político, hay especulaciones que apuntan hacia la hipótesis del hombre egoísta, mientras que otras por el contrario apuntan hacia la bondad, los seres cruentos ¿nacen o se hacen? Es importante generar acciones que conduzcan al humano hacia el adormecimiento de la tortura y la crueldad, quizás interpretando las condiciones culturales y sociales que han reproducido hechos cruentos para poder superarlos, establecer procesos de sensibilización permanentes, políticas gubernamentales, entre otros, porque seres altruistas y bondadosos no pueden ser considerados accidentes de la creación humana.

La regla de oro dice algo así como: haz a los demás lo que quieres que hagan contigo.

2 comentarios:

Bachatadharma dijo...

Hola me encanta esta peli, y la de mi vida sin mi, de Isabel Coiset tambien.
Un saludo

Feñomeno dijo...

Hola,

Saltando de blog en blog llegué hasta aquí... y me encontré con este post en construcción sobre esta película que es de mis favoritas... como todas las de Isabel Coixet (Mi vida sin mi, Las cosas que nunca te dije...). Me encanta como se trabajan los silencios, las pausas... como la música interactúa con las imágenes... en fin, demasiado linda.

Saludos,

F