La violencia estética: una nueva forma de violencia contra la mujer
Por Esther Pineda G Sábado, 24/11/2012 09:31 PM
Tradicionalmente
cuando se aborda la temática de la violencia contra la mujer, con
frecuencia la atención es concedida de manera predominante a la
violencia física, verbal y psicológica, fundamentalmente ejercida por el
hombre contra su pareja mujer, sin embargo, en nuestras sociedades
contemporáneas las mujeres son victimas de una forma de violencia poco
atendida y no tipificada en la normativa jurídica de nuestros países,
pero que ha alcanzado grandes proporciones y ha cobrado la vida de una
multiplicidad de mujeres.
Esta violencia contra la mujer referida es la
violencia estética, la cual es de orden psicológico pero que tendrá
efecto en el aspecto físico de las mujeres, es decir, impacta su
subjetividad pero también sus cuerpos, en una sociedad que establece la
belleza como elemento constitutivo de la identidad y valoración
femenina.
Esta violencia estética se inicia con el proceso de
definición de manera arbitraria de modelos y patrones de belleza
mediante el imperialismo cultural, es decir, la violencia estética
consiste en la promoción por parte de los medios de comunicación y
difusión masiva, la industria de la moda, de la música y el mercado
cosmético, de unos cuerpos “perfectos”, los cuales no son más que
cuerpos ficticios, irreales, concebidos como ideal, como deber ser, como
patrón a seguir, y donde las particularidades físicas de las mujeres
son denominadas “imperfecciones”, que de acuerdo a los criterios de
belleza reproducidos y transmitidos necesariamente han de ser
intervenidas y suprimidas, o en el menor de los casos corregidas.
Pero la violencia estética es también, aquella que
ejerce el sistema patriarcal cuando los hombres desvalorizan la
naturalidad del cuerpo femenino, cuando asumen como criterio de
valoración de belleza las mujeres ficticias, es decir, el canon impuesto
por el sistema, es violencia estética cuando los hombres, esposos,
padres, compañeros, novios, hermanos, amigos, promueven en las mujeres
que forman parte de su vida la transformación de sus cuerpos para lucir
mas atractivas, cuando son descalificadas y humilladas, es violencia
estética cuando el hombre avergüenza a la mujer, critica con ahínco su
imagen y apariencia física por no lucir como esa muñeca de perfectos
rasgos y medidas exactas que le ha sido prometida por el mercado.
La violencia estética es la violencia que ejerce el
mercado de la salud a través de médicos/as inescrupulosos/as que
perciben a las mujeres como objetos, como clientes, como negocio, es
violencia estética cuando los/as profesionales de la salud realizan
procedimientos en condiciones inadecuadas, cuando introducen en los
cuerpos de las mujeres sustancias prohibidas por el incumplimiento de la
normativa de salud y alta peligrosidad como los biopolímeros, es
violencia estética cuando las mujeres no son informadas detalladamente,
asesoradas y advertidas acerca de los riesgos asociados a la realización
de procedimientos quirúrgicos o ambulatorios dirigidos a modificar su
imagen, es violencia estética la implementación de instrumentos
inadecuados, materiales vencidos, como también la reutilización de
implantes para abaratar los costos e incrementar sus ganancias a costa
de la integridad física de las mujeres.
Pero fundamentalmente es violencia estética aquella
que ejercen las mujeres contra si mismas, al evaluarse y valorarse a
partir de los criterios impuestos por un mercado capitalista que ha
cosificado, mercantilizado y comercializado sus cuerpos, es violencia
estética aquella que cometen las mujeres contra sí al someterse a
cirugías invasivas, restricciones alimentarías, procedimientos agresores
de su integridad y su naturaleza, así como, todo el conjunto de
elementos constitutivos de la tiranía de la belleza, como medio de
adecuación a la expectativa social estética y estereotípica de la
sociedad.
Es violencia estética la que ejercen las mujeres
contra si mismas al borrar su identidad, sus particularidades y someter
sus cuerpos al molde impuesto de la belleza, es violencia estética el
renunciar a quienes son, al invisibilizar su historia escrita en sus
cuerpos, en sus kilos, en sus marcas, la violencia de borrar su
unicidad…
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