jueves, 7 de febrero de 2013



 
Imágen tomada de: http://grupochaski.org

La sociedad de hoy.
Desde las fobias sociales hasta la pluralidad axiológica.
Una mirada fundamentada en la Educación en Valores.
Por: Andrea Freites Hernández

Una realidad social como la actual, convulsionada desde todo punto de vista, testigo de fuertes luchas de poder desde distintos ámbitos y esferas, carente de acciones mediadoras contundentes para el logro de la resolución de conflictos, donde igualmente confluyen diversas realidades que derivan de una manera plural de interpretar la vida, donde coexisten distintas jerarquizaciones de valores muchas veces radicalmente antagónicas, merece ser redimensionada a fondo. Dentro de todo este contexto social, vienen a influir también todas las condiciones que de una realidad globalizada se desprenden, las tecnologías de la Información y la Comunicación que están modificando la manera en cómo los seres humanos se relacionan entre si y, desde el ámbito educativo, el ideal de ser humano que se busca formar, también vendría a estar condicionado por la axiología, entendida desde ese entorno como altamente plural, por lo tanto, se dificulta la posibilidad de llegar a acuerdos con relación a lo que se espera sea el ideal de bondad en los seres humanos.

Dentro de toda esta realidad, es importante sin lugar a dudas, que se replanteen los conceptos más profundos de la axiología; los valores morales. Se considera que los valores, representan estructuras intangibles pero a la vez visibles a partir del comportamiento humano, medibles, en cuanto a significado y observables en cuanto a que se expresan a través del individuo que hace de ellos un estilo de vida.

Un valor es esa cualidad que parte de la ética y la construcción moral colectiva que hace que un individuo se sienta identificado con un determinado grupo social. Un valor permite discernir qué es aquello que está bien y qué cosas deberían evitarse para no caer en transgresiones entre conciudadanos. Los valores son cualidades y virtudes que le permiten a los seres humanos reconocerse entre ellos mismo, mirarse a los ojos y entender con empatía la alteridad, aunque disienta, aunque piense distinto, en tanto, al igual que cualquier otro ser humano tiene dignidad que le es inherente como raza, independientemente de su color de piel, credo, orientación sexual gustos musicales, cinematográficos o políticos.

Los valores deberían entenderse como espacios incoloros, inholoros e insaboros, espacios quizás virtuales, pero a la vez reales, a través de los cuales los seres humanos, reconozcan que con el diálogo –que es un valor que a su vez se expresa a través del acto comunicativo-, se puede llegar a acuerdos y a tomar decisiones que favorezcan a todos por igual y en donde se reconozca que el esfuerzo ulterior es erradicar de la humanidad las más devastadoras prácticas de exterminio y de injusticia social.

Sin embargo, en ese intento de clarificar las distintas definiciones que de valores existen, se plantea también el importante hecho de la pluralidad axiológica, que pudiera representar, una buena oportunidad de cambio o por el contrario, una amenaza para la realidad social que se ha definido como convulsionada. ¿Qué pasa cuando en la estructura social, global, los distintos intereses socio-políticos hacen de una determinada religión una “amenaza” para el mundo entero? ¿Qué pasa cuando los seres humanos en defensa de sus ideales e intereses particulares son capaces de vulnerar la dignidad de otros seres humanos? ¿Qué pasa cuando la vida no es respetada? ¿Bajo cuales parámetros se están rigiendo las poblaciones para determinar la diferencia entre lo bueno y lo malo? El asunto que debe importar es que, aun hoy en día, millones de seres humanos están siendo excluidos a diario de sus derechos que como humanos les son inherentes, el asunto que debe cobrar interés, es el hecho que todavía existen personas o sectores con poder, político, económico y social que subordinan los intereses y puntos de vista de sectores empobrecidos, vulnerables, excluidos; y ahí, es donde se debería poner énfasis. ¿Cómo llegar a un punto de entendimiento cuando las interpretaciones que de un valor moral se ofrecen son radicalmente opuestas?  

Entonces en este punto también es preciso hacer referencia a las tendencias o vertientes que desde la axiología se pueden vislumbrar y que a su vez, permiten precisar y entender el importante aspecto de la pluralidad. Por un lado unos autores abogan por las sensaciones del individuo mientras que otros autores, al contrario destacan la importancia de la razón en el quehacer axiológico, en la búsqueda del esclarecimiento de lo que es bondad en la sociedad. 
Entendiendo a Frondizi (1958), se parte de la idea fundamental que los valores morales entonces, parten de una jerarquización que aun y cuando no esta establecida en un orden rígido, la idea es que siempre que se pretende seguir un orden ético en la vida humana, es importante determinar que definitivamente la búsqueda ulterior redunda en ser seres humanos bondadosos, pues de lo contrario, la intención de encaminar acciones enmarcados en fundamentos, principios y valores, que señalen siempre hacia el respeto de la dignidad de todos los seres humanos, carecerían de sentido, pues si no se pretende alcanzar el bien, sino más bien todo lo contrario, ¿cuál sería entonces el leitmotiv de construir realidades sociales fundamentadas en el respeto ético de la alteridad? Sin embargo, retomando la idea de la pluralidad axiológica, más allá de establecer un orden jerárquico de los valores morales, la premisa es buscar a través de la moralidad el entendimiento entre el Norte y el Sur, entre el Poder y la Vulnerabilidad, entre Oriente y Occidente, entre las Fobias sociales y el Respeto a la diversidad.

Referentes culturales actuales, distintas informaciones por los medios de comunicación masiva y las relaciones interpersonales se basan en el fortalecimiento de estereotipos sociales que influyen definitivamente en la manera en como los seres humanos interactúan. Por ejemplo, recientemente desde la industria del cine, se están ofreciendo dos alternativas cinematográficas que muestran cada una por su parte, un hecho histórico entendido desde una de las partes involucradas en dichos conflictos o situaciones. El caso es que, lamentablemente, el alcance de dichas producciones determina y sesga el punto de vista de la audiencia que por lo general es una audiencia masiva. Es allí donde las relaciones de poder antes mencionadas influyen en la interpretación de la realidad de una manera bastante parcializada. El problema es que, otros sectores de la sociedad, con estructuras morales distintas, no cuentan con las mismas posibilidades de acceder al poder económico, político y social que les permita difundir de manera masiva su punto de vista con relación al hecho o a la circunstancia narrada desde otras esferas.

De esta situación entonces pudiera desprenderse el hecho que pareciera percibirse una situación de ventaja de una moralidad sobre otra, ventaja que se traduce igualmente en exclusión, que deriva por su parte en intolerancia y fobias hacia sectores sociales cuyas voces no son escuchadas, por falta de espacios o porque sencillamente, no hay interés en que realmente sean difundidas. Por otro lado, otro tema que pudiera considerarse un punto de quiebre, lo representan los debates que surgen a partir del concepto del valor de la tolerancia y, es justamente en ese valor donde se pudiera expresar el respeto hacia la pluralidad axiológica. Empero, igualmente en otras realidades sociales, donde las fobias están presentes, se puede vislumbrar vulnerabilidad de la dignidad humana, así como también atentados en contra de la vida, en defensa de ideales que responden a determinados movimientos sociales o ideologías políticas hacia los cuales en teoría también se tienen que tolerar.

Llegado a este punto, es importante plantearse las siguientes interrogantes: ¿cuál es el rol del ciudadano de hoy que hace vida en un contexto plural altamente cambiante? Igualmente entonces, ¿cuál sería el rol de la educación ideal dentro de un mundo plural?

La sociedad actual demanda ciudadanos que sean capaces de comprometerse con la necesidad de transformar la estructura social que ha estado caracterizada por ser una estructura exclusiva, desigual, donde no todas las personas han estado gozando los mismos privilegios y que, a pesar de la existencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la actualidad, muchas personas están siendo vulneradas. Por ello la formación debe apuntar hacia la formación del alma y no exclusivamente de la razón, el ser humano actual debe reconocer que solo a través de sus acciones corresponsables, las estructuras sociales pudieran transformarse en sistemas mucho más compasivos y justos. Por ello, más allá del cumplimiento o no de una norma, el ser humano debe reconocer que ejerciendo ciudadanía, definitivamente podría fortalecer una estructura social debilitada. La reflexión axiológica debe ser una alternativa constante en todo espacio educativo.

Dicha reflexión debería ser promovida a través de momentos donde el sujeto pueda construir su autoestima, ello como fin ulterior a partir de un proceso que le permita reflexionar, construir sus propias visiones del mundo y de la vida en general, que le permita al sujeto reconocer lo humano a través de su esencia como individuo, que le permitirá gozar de manera responsable de su autonomía y dignidad que como ser humano le corresponde. Cuando una persona es capaz de construir consideraciones acerca de realidades sociales y a su vez es capaz de ofrecer respuesta a las problemáticas que le aquejan, seguramente será capaz también de vivir en armonía consigo mismo y con el resto de sus conciudadanos.
Ahora bien, se debe plantear entonces que, los momentos o espacios educativos, donde el sujeto tendrá la posibilidad de construir, reconocerse, identificar y transformar, es decir de educarse, no están reducidos exclusivamente a la escuela. La familia, es ese lugar donde definitivamente el individuo entra en su fase de socialización inicial, es allí donde se reconocen las diferentes pautas de comportamiento, valores y principios que le permitirán desenvolverse en sociedad.

La familia es el lugar donde el sujeto recibe información a través de las relaciones con el resto de las personas que hacen vida en ese determinado núcleo. Las relaciones entonces conllevan una carga de afectividad importante, donde los logros o tropiezos, van a estar determinados por vínculos afectivos entre los adultos y los niños. En la sociedad contemporánea, la familia se encuentra atravesando por una crisis, dicha situación, está definitivamente limitando el poder de formador que la familia tiene, desembocando entonces en una formación negativa de la personalidad del sujeto contemporáneo.

Savater (1997) plantea que una causa de dicha crisis pudiera estar relacionada con el carácter juvenil de la sociedad contemporánea. Es decir, a propósito de la necesidad vertiginosa de preservar la juventud de la cual la sociedad está siendo testigo, donde el respeto por la experiencia de lo antiguo, la riqueza y la fortaleza que reside en las personas mayores está siendo dejada de lado, la autoridad que el adulto debería representar, se está diluyendo en relaciones joviales y un tanto libertinas, padres o representantes que siendo amigos de sus hijos, figuras joviales, están olvidando su importante responsabilidad en la formación de las generaciones jóvenes.

Lo importante entonces es manifestar que dentro de las familias alguien tiene que ser adulto y dejar de lado la obsesión por alcanzar la juventud eterna, reconociendo que la madurez es fuente de riqueza espiritual y humana y que, actuando como adultos responsables, pueden definitivamente incidir en la formación responsable de los jóvenes educandos. Entonces, para que ese adulto pueda asumir una conducta coherente y responsable, debe manifestar relaciones basadas en la autoridad. La autoridad debe ser asumida y entendida, como la construcción de relaciones afectivas basadas en el respeto, relaciones donde la dignidad y la autonomía del sujeto sean valoradas por los padres.
En la familia tradicional, la figura de autoridad que asumía el padre, estaba signada por relaciones castrantes e irrespetuosas, por ello, el miedo a transgredir al sujeto en formación, es una característica que Savater también trae a colación en su obra. Es necesario que la familia recupere su espacio, por medio de relaciones basadas en el respeto mutuo, para la formación de ciudadanos conscientes y responsables. El ser humano, necesita desenvolverse en ambientes democráticos, que le permitan ejercer su libertad. La escuela y la familia por lo tanto, deben proponer espacios donde el educando visualice ejemplos de personalidades libres, responsables y autónomas, de lo contrario, los únicos modelos que pudiera identificar serían los ofrecidos por medios de comunicación que poco pudieran coadyuvar con la formación de personalidades conscientes de ejercer ciudadanía responsable.

Es preciso destacar entonces el papel de la libertad dentro de la sociedad contemporánea. Cuando se plantea la necesidad de formar sujetos capaces de vivir en libertad, es preciso reconocer que para ser libres, es necesario también ser disciplinados, en la medida en que los educandos puedan establecer mecanismos para relacionarse colectivamente, respetando entonces las virtudes y señalándolas como guías de vida, en esa medida se podrá decir que definitivamente espacios democráticos, dialógicos y de respeto hacia la alteridad, están siendo construidos debido a las relaciones en libertad que se construyen en el seno de la sociedad.

Ahora bien, dentro de esa misma estructura social entonces el planteamiento que debe signar cada una de las acciones educativas, es interesarse por la formación integral del educando, donde los conocimientos técnicos vayan a la par de los conocimientos que ayudan a la humanización del ser humano, sobretodo, en una sociedad tecnócrata, donde el auge de las tecnologías y su supremacía por encima de cualquier otra área del saber, se encuentran amenazando todo proceso educativo que tenga como fin formar personas capaces de educar sus emociones, para hacer uso efectivo y coherente de los avances tecnológicos que a la par van sucediendo. La necesidad es clara entonces, vivir la vida con autonomía, libertad y responsabilidad, considerando que los seres humanos deben relacionarse con sus semejantes para construir conocimiento, para construir sociedades justas, donde la equidad esté presente en cualquiera de sus prácticas.

El reto debe centrarse en la consideración de entender el mundo como una aldea global y entender que los sujetos son ciudadanos del mundo, donde cada acción que lleven a cabo va a tener repercusiones e implicaciones globales, más allá de cualquier frontera. La necesidad es promover en la enseñanza la pluralidad axiológica y el respeto; y estar conscientes de manera que la educación va a permitir ulteriormente la obtención de sujetos y colectivos que respondan al modelo de sociedad que se aspira obtener.

Para ello, es importante sensibilizar de manera permanente, desde las distintas esferas de la sociedad, dejando de manifiesto que hoy en día hablar de nacionalismo es olvidar que del hambre en África y de las riquezas y avances tecnológicos es responsable el mundo entero, con sus acciones y con sus omisiones. El día en que los sujetos del mundo entero comprendan que están construyendo la sociedad del mundo entero, ese día podrá entonces decirse que el ser humano es humano en cualquier parte del mundo, pues el bien es bien independientemente del territorio donde se encuentre ubicado espacial y temporalmente.

Lara (s/f), por su parte plantea que para poder reflexionar sobre la pluralidad axiológica, hay que estar consientes que se pudiera estar persiguiendo una “utopía” ello lo considera puesto que plantea que en la actualidad ningún Estado, modelo o colectivo, realmente puede plantear que en efecto está establecido en su estructura un modelo de pluralidad consensuado y respetado por todos los seres humanos que hacen vida en determinado contexto. Sin embargo la invitación es a entender que teniendo claro un punto de partida, aquí definido como la erradicación de las fobias sociales hacia la consolidación de sociedades plurales, es más fácil generar y promover líneas de acción desde los distintos contextos sociales.

Específicamente, en la realidad venezolana, el preámbulo de la Constitución (1999) señala los siguientes valores:

“(…)  una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad (…)”. (Pág. 1).

Dichos valores morales, podrían ser considerados como punto de partida hacia la búsqueda de construir y promover estructuras donde los seres humanos se encuentren en las diferencias respetando y velando por el resguardo de la dignidad humana, respetando la diversidad desde todo punto de vista y construyendo consensuadamente una estructura social digna para todos los ciudadanos.


Referencias Bibliográficas

Asamblea Nacional de Venezuela. (1999) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial de la República de Venezuela.
Frondizi, R. (1958). ¿Qué son los valores? (Introducción a la Axiología). Fondo de Cultura Económica, México.
Lara, T. (s/f). Pluralismo axiológico: libertad de educación y elección educativa. Universidad de la Sabana. Facultad de Educación. España.
Savater, F. (1997). El Valor de Educar. Editorial Ariel. S.A. Barcelona.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Comparto un artículo interesante

La violencia estética: una nueva forma de violencia contra la mujer
 
Por Esther Pineda G Sábado, 24/11/2012 09:31 PM
 
Tradicionalmente cuando se aborda la temática de la violencia contra la mujer, con frecuencia la atención es concedida de manera predominante a la violencia física, verbal y psicológica, fundamentalmente ejercida por el hombre contra su pareja mujer, sin embargo, en nuestras sociedades contemporáneas las mujeres son victimas de una forma de violencia poco atendida y no tipificada en la normativa jurídica de nuestros países, pero que ha alcanzado grandes proporciones y ha cobrado la vida de una multiplicidad de mujeres.

Esta violencia contra la mujer referida es la violencia estética, la cual es de orden psicológico pero que tendrá efecto en el aspecto físico de las mujeres, es decir, impacta su subjetividad pero también sus cuerpos, en una sociedad que establece la belleza como elemento constitutivo de la identidad y valoración femenina.

Esta violencia estética se inicia con el proceso de definición de manera arbitraria de modelos y patrones de belleza mediante el imperialismo cultural, es decir, la violencia estética consiste en la promoción por parte de los medios de comunicación y difusión masiva, la industria de la moda, de la música y el mercado cosmético, de unos cuerpos “perfectos”, los cuales no son más que cuerpos ficticios, irreales, concebidos como ideal, como deber ser, como patrón a seguir, y donde las particularidades físicas de las mujeres son denominadas “imperfecciones”, que de acuerdo a los criterios de belleza reproducidos y transmitidos necesariamente han de ser intervenidas y suprimidas, o en el menor de los casos corregidas.

Pero la violencia estética es también, aquella que ejerce el sistema patriarcal cuando los hombres desvalorizan la naturalidad del cuerpo femenino, cuando asumen como criterio de valoración de belleza las mujeres ficticias, es decir, el canon impuesto por el sistema, es violencia estética cuando los hombres, esposos, padres, compañeros, novios, hermanos, amigos, promueven en las mujeres que forman parte de su vida la transformación de sus cuerpos para lucir mas atractivas, cuando son descalificadas y humilladas, es violencia estética cuando el hombre avergüenza a la mujer, critica con ahínco su imagen y apariencia física por no lucir como esa muñeca de perfectos rasgos y medidas exactas que le ha sido prometida por el mercado.

La violencia estética es la violencia que ejerce el mercado de la salud a través de médicos/as inescrupulosos/as que perciben a las mujeres como objetos, como clientes, como negocio, es violencia estética cuando los/as profesionales de la salud realizan procedimientos en condiciones inadecuadas, cuando introducen en los cuerpos de las mujeres sustancias prohibidas por el incumplimiento de la normativa de salud y alta peligrosidad como los biopolímeros, es violencia estética cuando las mujeres no son informadas detalladamente, asesoradas y advertidas acerca de los riesgos asociados a la realización de procedimientos quirúrgicos o ambulatorios dirigidos a modificar su imagen, es violencia estética la implementación de instrumentos inadecuados, materiales vencidos, como también la reutilización de implantes para abaratar los costos e incrementar sus ganancias a costa de la integridad física de las mujeres.

Pero fundamentalmente es violencia estética aquella que ejercen las mujeres contra si mismas, al evaluarse y valorarse a partir de los criterios impuestos por un mercado capitalista que ha cosificado, mercantilizado y comercializado sus cuerpos, es violencia estética aquella que cometen las mujeres contra sí al someterse a cirugías invasivas, restricciones alimentarías, procedimientos agresores de su integridad y su naturaleza, así como, todo el conjunto de elementos constitutivos de la tiranía de la belleza, como medio de adecuación a la expectativa social estética y estereotípica de la sociedad.

Es violencia estética la que ejercen las mujeres contra si mismas al borrar su identidad, sus particularidades y someter sus cuerpos al molde impuesto de la belleza, es violencia estética el renunciar a quienes son, al invisibilizar su historia escrita en sus cuerpos, en sus kilos, en sus marcas, la violencia de borrar su unicidad…

lunes, 11 de junio de 2012

"El valor de educar"



La siguiente entrada es parte de un ensayo sobre El valor de educar de Savater. 
Por: Andrea Freites H.


A partir de la realidad contemporánea caracterizada por una dinámica que cambia constantemente se plantean grandes interrogantes en cuanto al papel que debe desempeñar la educación como una de las principales instituciones de la sociedad y, por ende, con relación al papel que deberían desempeñar los actores que se encargan de llevar a cabo los diferentes procesos que desde el ámbito educativo y escolar fundamentalmente suceden. Empero, es importante destacar que la educación no puede ser entendida como la panacea de grandes males sociales, puesto que sería una pretensión muy engañosa, al contrario, deberían apuntarse todas las acciones desde los diversos sectores sociales hacia un mismo fin; la inclusión social y la disminución de la discriminación hacia minorías cuyos derechos humanos a lo largo de la historia han sido vulnerados.
Paradójicamente, cuando desde diversos sectores sociales se debaten temáticas que atañen a las desesperantes realidades, inseguridad, violencia, intolerancia, irresponsabilidad, corrupción, injusticias, etcétera, el discurso siempre pareciera estar predestinado a concluir con que la educación es la principal responsable de la realidad e igualmente, responsable de solucionar dichas problemáticas. Y aunque pudiera estarse de acuerdo con dicha premisa, es importante señalar que cuando se hable de educación, se debe hacer énfasis en que desde diversas instituciones y organizaciones se educa a la ciudadanía. Es decir, que cuando se hable del déficit en la educación de determinada sociedad, es importante señalar que los medios de comunicación, la familia, las instituciones públicas y las organizaciones del sector privado, son tan responsables de la educación como lo es igualmente el sector escolar. Bien pudiera gozarse de un sistema escolar de punta pero si, a la par, aún los medios de comunicación y los sectores mencionados no ejercen su cuota de responsabilidad en la educación del ciudadano, muy pocas transformaciones se pudieran alcanzar.
Por lo tanto, lo que aquí se plantea, es la necesidad de reivindicar en primer lugar la figura del educador dentro de la sociedad contemporánea, con ello, no se está planteando únicamente la mejora de los beneficios laborales de los trabajadores que hacen vida en la realidad educativa, al contrario, cuando se habla de reivindicación, se plantea la necesidad de reestructurar profundamente el sistema, lo cual implica una importante inversión de recursos –dinero, tiempo, talento humano-, por parte del Estado y por parte también de la empresa privada y, de manera articulada trabajar en pro de la mejora perentoria que está demando la educación en la actualidad.
El sistema escolar actual por ejemplo, necesita ser reformulado, transformado de fondo, sobre todo, si se parte de la idea que señala que dicho sistema –el actual-, es un modelo que respondió a las demandas de una sociedad que no tiene las mismas realidades que antaño existían. Hoy en día los índices de Déficit de Atención por ejemplo son alarmantes, los niños en varias regiones del mundo están siendo medicados por considerarlos que en efecto están padeciendo este desorden en el desarrollo evolutivo, sin embargo, desde la escuela no se reflexiona que el mundo donde dichos niños están creciendo, es un lugar que está ampliamente influenciado por Iphone, Ipad, Internet y muchos otros elementos con los cuales la escuela tradicional no puede competir. Si no se realizan transformaciones profundas, la escuela seguirá siendo una institución desactualizada y por lo tanto, poco atractiva para el educando.
Fernando Savater en su libro El Valor de Educar por su parte, señala que en efecto, la escuela es ese sitio donde se deberían corregir los grandes males sociales. Igualmente, destaca la importancia de “dignificar al Magisterio” considerando a su vez que si no se comienza a percibir a la educación como una prioridad, poco se podrá avanzar en la labor de la formación de la ciudadanía.
Retomando las ideas del autor estudiado, la clave está en el espíritu de las personas que desempeñan el trabajo de educar, la clave está en el optimismo con que se afronte el reto de transformar la realidad social, humanizar la escuela y humanizar al educando como cambio fundamental para alcanzar los anhelos que en la actualidad se persiguen. El educador indudablemente, debe creer en primer lugar en el acto educativo, con pasión y vocación por su trabajo debe identificar situaciones problemáticas y, a su vez, buscar alternativas de cambio, identificar causas y generar acciones preventivas. El educador debe estar inmerso en el mundo de la academia y reflexionar acerca de los conocimientos que de manera integral y permanente debe ir adquiriendo. El educador debe traspasar las barreras de la escuela y llegar a la comunidad, debe romper paradigmas y revolucionar las maneras tradicionales en cómo se llevan a cabo las acciones laborales. Debe alzar su voz con orgullo y recordarle al mundo entero que un pueblo sin educación no alcanza sus más grandes anhelos.
Lo importante entonces, tal y como Savater señala es superar las tergiversaciones que generaciones pasadas han hecho con la educación y transformar el acto educativo para la formación de generaciones venideras. La pregunta entonces es ¿Cómo educar a generaciones venideras? La tarea actual consiste en reconocer la necesidad latente de formar seres humanos y no individuos que vivan como expertos en sus respectivas áreas, desconsiderando la importancia que reside en el hecho de la interacción social como paso fundamental para la construcción de sociedades justas.
Para poder ser un ser humano, los educadores deben ofrecer espacios educativos que le permitan al educando, reconocerse en el otro, saber apreciar lo importante de poder construir colectivamente espacios armoniosos en diálogo y tolerancia con el resto de las personas. El ser humano necesita comprender a sus semejantes y a su vez vislumbrar que en efecto la libertad y la justicia son valores que se alcanzan únicamente cuando se reconoce como parte de un todo que va a ir funcionando en la medida en que sus partes se comprendan y se valoren recíprocamente. Para poder autoreconocerse, se debe entrar en interacción con otros y eso solo se logra haciendo vida en colectivo.
Entonces, dentro de todo este proceso de autoreconocimiento, el sujeto en proceso de aprendizaje, debe gozar de maestros y escuelas que le permitan conocer además todos aquellos aspectos que han sucedido y siguen sucediendo en su entorno particular y global. El simple hecho de haber nacido humano desde un punto de vista biológico no es suficiente para decir de manera definitiva que un sujeto es un ser humano.
Al contrario, a través de los procesos educativos, el sujeto se transforma en ser humano y ello debe conllevar la transmisión de pautas, valores y principios morales, conocimientos, habilidades y destrezas, a través de contenidos educativos, así como también, es importante la comunicación entre sus semejantes, para descubrir que las cosas tienen más que un significado y que, por lo tanto, entre los mismos seres humanos, nace la necesidad de relacionarse de manera respetosa, pues en la medida en que se construyan relaciones interpersonales cónsonas con un mundo plural, ese mismo mundo se abrirá más hacia la obtención de seres humanos capaces de comprender las emociones de las personas que las rodean y por ende, capaces de comprender sus propias emociones.
Por ello, comprender en primer lugar que el sujeto social, hace vida en sociedades humanas, que a su vez son complejas y, en segundo lugar la historicidad, el reconocimiento de acontecimientos que han marcado pauta en la historia de la humanidad y que definitivamente han dictaminado a través de sus consecuencias las realidades actuales, son dos aspectos importantes que las escuelas y la educación en general, debe promover. El educador, no debe olvidar que es importante reconocer las raíces de la humanidad, conectando las emociones de los estudiantes con los contenidos a transmitir.
La sociedad actual demanda ciudadanos que sean capaces de comprometerse con la necesidad de transformar la estructura social que ha estado caracterizada por ser una estructura exclusiva, desigual, donde no todas las personas han estado gozando los mismos privilegios y que, a pesar de la existencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la actualidad, muchas personas están siendo vulneradas. Por ello la formación debe apuntar hacia la formación del alma y no exclusivamente de la razón, el ser humano actual debe reconocer que solo a través de sus acciones corresponsables, las estructuras sociales pudieran transformarse en estructuras mucho más compasivas y justas. Por ello, más allá del cumplimiento o no de una norma, el ser humano debe reconocer que ejerciendo ciudadanía, definitivamente podría fortalecer una estructura social debilitada. La reflexión axiológica debe ser una alternativa constante en todo espacio educativo.
Dicha reflexión axiológica entonces debería ser promovida a través de momentos donde el sujeto pueda construir su autoestima, ello como fin ulterior a partir de un proceso que le permita reflexionar, construir sus propias visiones del mundo y de la vida en general, que le permita al sujeto reconocer lo humano a través de su esencia como individuo, que le permitirá gozar de manera responsable de su autonomía y dignidad que como ser humano le corresponde. Cuando una persona es capaz de construir consideraciones acerca de realidades sociales y a su vez es capaz de ofrecer respuesta a las problemáticas que le aquejan, seguramente será capaz de vivir en armonía consigo mismo y con el resto de sus conciudadanos.
Ahora bien, se debe plantear entonces que, los momentos o espacios educativos, donde el sujeto o el niño tendrá la posibilidad de construir, reconocerse, identificar y transformar, es decir de educarse, no están reducidos exclusivamente a la escuela. La familia, es ese lugar donde definitivamente el sujeto entra en su fase de socialización inicial, es allí donde se reconocen las diferentes pautas de comportamiento, valores y principios que le permitirán desenvolverse en sociedad.
La familia es el lugar donde el sujeto recibe información a través de las relaciones con el resto de las personas que hacen vida en ese determinado núcleo. Las relaciones entonces conllevan una carga de afectividad importante, donde los logros o tropiezos, van a estar determinados por vínculos afectivos entre los adultos y los niños. En la sociedad contemporánea, la familia se encuentra atravesando por una crisis, dicha situación, está definitivamente limitando el poder de formador que la familia tiene, desembocando entonces en una formación negativa de la personalidad del sujeto contemporáneo.
Savater plantea que una causa de dicha crisis pudiera estar relacionada con el carácter juvenil de la sociedad contemporánea. Es decir, a propósito de la necesidad vertiginosa de preservar la juventud de la cual la sociedad está siendo testigo, donde el respeto por la experiencia de lo antiguo, la riqueza y la fortaleza que reside en las personas mayores está siendo dejada de lado, la autoridad que el adulto debería representar, se está diluyendo en relaciones joviales y un tanto libertinas, padres o representantes que siendo amigos de sus hijos, figuras joviales, están olvidando su importante responsabilidad en la formación de las generaciones jóvenes.
Lo importante entonces es manifestar que dentro de las familias alguien tiene que ser adulto y dejar de lado la obsesión por alcanzar la juventud eterna, reconociendo que la madurez es fuente de riqueza espiritual y humana y que, actuando como adultos responsables, pueden definitivamente incidir en la formación responsable de los jóvenes educandos. Entonces, para que ese adulto pueda asumir una conducta coherente y responsable, debe manifestar relaciones basadas en la autoridad. La autoridad debe ser asumida y entendida, como la construcción de relaciones afectivas basadas en el respeto, relaciones donde la dignidad y la autonomía del sujeto sean valoradas por los padres.
En la familia tradicional, la figura de autoridad que asumía el padre, estaba signada por relaciones castrantes e irrespetuosas, por ello, el miedo a transgredir al sujeto en formación, es una característica que el autor estudiado también trae a colación en su obra. Es necesario que la familia recupere su espacio, por medio de relaciones basadas en el respeto mutuo, para la formación de ciudadanos conscientes y responsables. El ser humano, necesita desenvolverse en ambientes democráticos, que le permitan ejercer su libertad. La escuela y la familia por lo tanto, deben proponer espacios donde el educando visualice ejemplos de personalidades libres, responsables y autónomas, de lo contrario, los únicos modelos que pudiera identificar serían los ofrecidos por medios de comunicación que poco pudieran coadyuvar con la formación de personalidades conscientes de ejercer ciudadanía responsable.
Es preciso destacar entonces el papel de la libertad dentro de la sociedad contemporánea. Cuando se plantea la necesidad de formar sujetos capaces de vivir en libertad, es preciso reconocer que para ser libres, es necesario también ser disciplinados, en la medida en que los educandos puedan establecer los mecanismos de relacionarse colectivamente, respetando entonces las virtudes y señalándolas como guías de vida, en esa medida se podrá decir que definitivamente espacios democráticos, dialógicos y de respeto hacia la alteridad, están siendo construidos debido a las relaciones en libertad que se construyen en el seno de la sociedad.
Ahora bien, dentro de esa misma estructura social entonces el planteamiento que debe signar cada una de las acciones educativas, es interesarse por la formación integral del educando, donde los conocimientos técnicos vayan a la par de los conocimientos que ayudan a la humanización del ser humano, sobretodo, en una sociedad tecnócrata, donde el auge de las tecnologías y su supremacía por encima de cualquier otra área del saber, se encuentran amenazando a todo proceso educativo que tenga como fin formar personas capaces de educar sus emociones, para hacer uso efectivo y coherente de los avances tecnológicos que a la par van sucediendo. La necesidad es clara entonces, vivir la vida con autonomía, libertad y responsabilidad, considerando que los seres humanos deben relacionarse con sus semejantes para construir conocimiento, para construir sociedades justas, donde la equidad esté presente en cualquiera de sus prácticas.
El reto debe centrarse en la consideración de entender el mundo como una aldea global y entender que los sujetos entonces son ciudadanos del mundo, donde cada acción que lleven a cabo va a tener repercusiones e implicaciones globales, más allá de cualquier frontera. La necesidad es universalizar la enseñanza y estar conscientes de manera que la educación va a permitir ulteriormente la obtención de sujetos y colectivos que respondan al modelo de sociedad que se aspira obtener. Para ello, es importante sensibilizar de manera permanente, desde las distintas esferas de la sociedad, dejando de manifiesto que hoy en día hablar de nacionalismo es olvidar que del hambre en África y de las riquezas y avances tecnológicos es responsable el mundo entero, con sus acciones y con sus omisiones. El día en que los sujetos del mundo entero comprendan que están construyendo la sociedad del mundo entero, ese día podrá entonces decirse que el ser humano es humano en cualquier parte del mundo, pues el bien es bien independientemente del territorio donde se encuentre ubicado espacial y temporalmente.

lunes, 9 de abril de 2012

QUERIENDO NUESTRO AMBIENTE


Imagen tomada de:
http://www.fondosdepantalla.biz/wallpaper/Atardecer/
 
Un cuento sobre Valores y Derechos Humanos.
Por: Andrea Freites Hernández
Nov. 2011
 
 Nos levantamos temprano para ir a playa Quetepe, la mami preparó un rico desayuno y nos fuimos en dirección este a disfrutar de un día en familia, sol, arena y playa. Mi prima y madrina de bautismo Elizabeth, estaba de vacaciones en Cumaná, recuerdo que mis hermanitas y yo estábamos muy contentas de tenerla entre nosotros. Elizabeth estaba estudiando un postgrado en Boston, recuerdo que aparentaba por lo menos diez años menos de los que en realidad tenía, un aire relajado, un estilo peculiar, nos encantaba como la prima hablaba, queríamos lucir como ella, nos gustó mucho su visita.

Los papis siempre han sido aventureros, con ellos es como ir de Safari, es como subirse a un submarino ruso y recorrer aguas continentales. Papá conducía un Nova del 74 anaranjado, originalmente marrón, le llamábamos el Bembón. Si, era grandísimo, tanto que cabíamos comodísimamente cada vez que nos íbamos de guerreros a explorar nuevos lugares. 

La mami nos enseñaba canciones que cantábamos una y otra vez, Adiós Chico de Mi Barrio era la más popular, Las Dunas Vienen Bajando nos aguaba los ojos, pero igual nos encantaba, recitábamos una y otra vez Margarita de Rubén Darío, papá tocaba el claxon con una mano y con el dedo índice de la otra presionaba el techo haciéndonos creer que tenía superpoderes y cada vez que el levantaba el dedo sonaba la corneta.
Las montañas más bellas, abismos increíbles, peces de distintos y brillantes colores, playas hermosas, atardeceres inigualables, perros, gatos, frutas silvestres, pescadores artesanales, atardeceres, pueblos encantados, noches estrelladas, olor a salitre, fantasías inagotables, estar en familia, amor y paz.


Por fin llegamos a nuestro destino, playa Quetepe estaba linda y nos recibía con una sonrisa encantadora, la prima Elizabeth nos alentó en una encomiable labor:
-Niñas, creo que antes de empezar a disfrutar de nuestro día en la playa, deberíamos limpiar la orilla de todos los desperdicios que vayamos encontrando y, de esta manera, le hacemos un cariñito al lugar que hoy nos llenará de alegría.
Mis hermanitas y yo encantadas respondimos afirmativamente y, con mucha energía, nos dispusimos a limpiar la playa.

Estábamos impresionadas, cuanta basura había en aquella playa, que de más está decir no es muy larga, pañales sucios, botellas y latas de cervezas, refrescos y agua mineral, chapitas de botellas, bolsas plásticas y cuanto desperdicios puedan imaginar, personas lanzando sus desperdicios en la arena, mientras limpiábamos reflexionábamos. Los papis y la prima Elizabeth nos explicaban que no debíamos hacerle daño al ambiente, porque con éste tipo de comportamientos violentábamos no solo al entorno, también al resto de las personas que quisieran pasar un rato agradable en la playa. Nosotras estábamos muy contentas porque sentíamos que contribuíamos a reducir la violencia ambiental de la cual estábamos siendo testigos. 

Teníamos una hora aproximadamente cuando la gente empezó a llegar, familias como la nuestra venían desde lejos a disfrutar de un sábado diferente, cuando llevábamos media playa recorrida nos encontramos con un compañero del colegio, el cual nos vio de reojos y con cierto disgusto apartó la mirada y empezó a lanzar basura a nuestros pies.

Ese día, luego de realizar nuestra labor nos dedicamos a disfrutar del sol, no parábamos de nadar, comíamos frutas que la mami nos preparó, escuchábamos las historias de papá, regresábamos a la playa, en fin, pasamos un día inolvidable.

La semana siguiente, como de costumbre, fuimos a nuestro colegio, era una escuela primaria maravillosa, grandes espacios, grandes salones y grandes pasillos. El problema se presentó a medio día, cuando la mami nos fue a buscar en el Bembón, encontramos basura que alguien recolectó y había esparcido sobre el capó de nuestro carro, además, por la ventana del copiloto que tenía el mecanismo a medio andar y el vidrio no quedaba hermético, arrojaron igualmente montones de basura hacia el interior del carro y en un trozo de papel, se leían las cifras de SABENPE escrito a mano con lápiz de grafito.

Cuando entramos a nuestro salón de sexto grado, nuestros pupitres también tenían desperdicios y encontramos notas con los mismos mensajes. Al momento, mis hermanitas y yo no entendíamos por qué estábamos experimentando tan desagradable experiencia. Todo cobró sentido a la mañana siguiente, cuando la mami nos acompañó hasta el salón de clase y le explicó a la maestra Rosa el incidente, desde la recolección de basura en la playa hasta lo que había sucedido el lunes a medio día.

La maestra Rosa no regaño a nadie por el incidente del carro y, al contrario les contó a la clase lo que mis hermanitas y yo habíamos hecho en playa Quetepe, lo puso como el ejemplo de la semana y promovió la preservación del ambiente a través del respeto que los espacios públicos y naturales merecen.

Desde ese día, la maestra organizó la clase en distintas comisiones, había una que se encargaba de los eventos culturales de la clase, otra se encargaba de promover la paz para evitar cualquier tipo de violencia tanto dentro como fuera del colegio, y también, estaba la comisión de preservación del ambiente que periódicamente, se encargaba de recorrer la escuela y sus inmediaciones haciendo campañas para la recolección de los desperdicios y promover el uso de las papeleras entre los transeúntes.

Fue entonces cuando la mami nos explicó que muchas veces las personas entienden que recolectar basura es solo un deber de los encargados de hacer este trabajo y piensan que si recoges basura eres una persona poco importante, sin embargo, la mami nos enseñó que recoger los desperdicios y llevarlos a la basura es un deber que todos los ciudadanos debemos cumplir, porque botar un papel por la ventana del carro es violentar el derecho de nuestros conciudadanos a transitar por calles limpias y libres de desperdicios. 

Mis hermanitas y yo estábamos contentas, porque enseñamos a nuestro compañero de clase que, a pesar de la violencia que nos proyectó, con amor podemos ayudar a otros a disfrutar de espacios limpios, nosotras nunca le reclamamos habernos echado basura en el carro y al contrario, le ensañamos que las personas que trabajan recolectando la basura en la ciudad merecen igualmente ser respetados porque con el cuidado de ellos todos podemos ser felices en ambientes sanos y libres de violencia.

martes, 6 de diciembre de 2011

NO APTO PARA LECTORES FUNDAMENTALISTAS

SE RECOMIENDA LEER CON LA MÚSICA DE ÉSTE VÍDEO SONANDO (ABRIR LINK):




A partir de:

Balza I. (2009). Bioethics of the sexual bodies: transsexualism, intersexuality and transgenderism. ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política. Universidad de Jaén.


Los términos intersexualidad y transexualidad se dibujan en el panorama actual como conceptos que todavía son acatados con renuencia. Hoy en día desgastados discursos a favor de la integración y la inclusión social atormentan los oídos de quienes ya cansados de escuchar siempre la misma letanía, piden a gritos encontrar un lugar en un mundo donde la dicotomía sexual marca pauta jurídica, social y moral. Isabel Balza ofrece una disertación analítica donde se plantean cuestiones de carácter ético encaminadas a poner sobre la palestra el sentido y la manera en cómo se desarrollan las intervenciones y los tratamientos médicos de asignación o reasignación sexual –según sea el caso-. A continuación, un punto de vista que pretende a través de la crítica, entender cuál es realmente la motivación de manejar conceptos tan limitados a la hora de afrontar como sociedades civilizadas, la aparición de diferencias sexuales en el devenir de la historia.

Encontrar un punto de partida resulta una pretensión compleja, Dios creó al hombre y a la mujer, es antinatural ese comportamiento, son sentencias que pueden hacer tambalear cualquier tipo de imperativo ético. En un sistema carente de categorización y generalizaciones sería mucho más apacible vivir, suponen, y es que -aún y cuando no forme parte de las mayorías estadísticamente comprobadas-, para un sector importante de la población que ha venido al mundo intersexuado o transexuado, hacer vida en el seno de una sociedad donde después de siglos de “evolución”, se sigan manteniendo los mismos parámetros de clasificación sexual tradicionales, es complicado e inclusive, doloroso. Ésta población viene buscando con mucha fuerza, cabida en un mundo diverso y plural, aquel mundo de utopías que se vende siempre en propagandas políticas e ideológicas.

A diario, millones de personas rechazan la diferencia, apoyando sin ningún tipo de remordimiento medidas médicas a favor de intervenciones quirúrgicas que poco responden a la vida emocional del individuo a tratar, haciéndose eco además de fundamentos poco sólidos y argumentando que se trata de un error biológico y que además, puede ser solucionado de manera paliativa. En la actualidad, intersexuados/transexuados son vistos como individuos enfermos que presentan una patología y no como monstruosidades tal y como antaño eran considerados.

¿Realmente un recién nacido intersexual al momento de ser sometido a dicho tratamiento, puede decidir qué sexo quiere llevar para el resto de la vida? ¿Puede un transexual adaptarse a las exigencias heterosexuales que el mundo jurídico, social y moral le exigen al momento de crear una identidad ajustada a los cánones establecidos? Si se comienza a pensar en una posible revolución que permita la ruptura del modelo binario tradicional y excluyente que ha prevalecido a través de los años con relación al sexo, y se apuesta por un modelo actual, que incluya y no limite la posibilidad de desarrollar identidades sanas y que conlleve la asimilación de un sujeto transgénico que no tendría que padecer el tortuoso proceso de asignación y reasignación sexual que seres humanos están experimentando.

Si el temor es por la conservación de la especie, las estadísticas también comprueban que parejas heterosexuales hasta la fecha son mayoría, si se trata de un problema moral, podría considerarse bizarro la dificultad que estos individuos tienen para desarrollar una identidad y un reconocimiento social –a través de sus semejantes y a través de las instituciones-, ¿cómo podría considerarse antinatural un hecho que ha producido la misma naturaleza? ¿Por qué existe tanto miedo y temor hacia lo distinto? ¿Es acaso coherente que la asignación sexual se determine por el tamaño que el pene presenta al momento de realizar la intervención?

Afortunadamente, y a pesar de tanta resistencia, existen esfuerzos interdisciplinarios que apoyan la búsqueda de un espacio que han emprendido grupos y organizaciones apostando por el reconocimiento de la diversidad sexual en el mundo entero. En el caso de Venezuela particularmente, se desarrolló durante el 2010 el I Congreso Internacional de Diversidad Sexual y Derechos Humanos, igualmente, Tamara Adrián ha realizado diversas acciones a favor de este movimiento social y de su propia identidad. En contraposición a estos esporádicos hechos, existen países en el mundo occidental donde todavía, se condenan con pena de muerte conductas que no responden al estereotipo heterosexual, se imponen medidas inescrupulosas cuando individuos transgénicos aparecen en el mundo de la jurisprudencia actual, aún se puede ser testigo de cómo se presentan a través de medios de comunicación (televisión, cine, revistas) obras de teatro y otras manifestaciones culturales la figura del inter o del trans, como figuras foco de ridiculizaciones y abusos constantes.

Lo que se demanda es sencillo, dejar el miedo y el egoísmo, permitirse el hecho de interactuar en armonía con el otro diferente, con el otro diverso, y entender, que en un mundo donde lamentablemente ya todo está establecido, categorizado y clasificado a través de parámetros rígidos, las minorías que se atreven a disentir y a ser diferente, buscando fidelidad introspectiva, corren el riesgo de ser execrados de la sociedad sin derecho alguno a decidir, sin derecho a tener libertades, sin derecho a ser felices de la manera en que la naturaleza les asignó venir a este mundo limitado y flagelante.

Andrea Freites Hernández.



Si disfrutaron la música de fondo que les propuse, les dejo por aquí una breve reseña de los responsables de tan maravillosa melodía. (Disculpen la carga subjetiva, me gusta mucho este músico y su banda).



Antony and the Johnsons es un grupo musical procedente de Nueva York liderado por el cantante y pianista Antony Hegarty, quien también es el compositor de todas sus canciones. Más que un grupo en sentido clásico, The Johnsons se puede considerar la banda de acompañamiento de Antony, quien da toda la personalidad al proyecto.

La personalidad del grupo está unida indiscutiblemente a la de Antony, cuya particular voz lo emparenta con artistas como Nina Simone o Aaron Neville, de los Neville Brothers. Su música, en la que además de su voz destaca el acompañamiento de piano, le acerca a géneros como el jazz y el soul más intimista. Asimismo, sus letras se caracterizan por tratar diversos aspectos de la vida transgénero, ya que Antony se considera como tal. Algunas de sus canciones con esta temática son My Lady Story o For Today I'm a Boy, en la que un niño sueña con hacerse mayor para poder convertirse en una mujer.

(Reseña tomada de: La Higuera.net).


LES RECOMIENDO ADEMÁS ÉSTA CANCIÓN, BANDA SONORA DE THE SICRET LIFE OF WORDS.

DISFRÚTEN:


http://www.youtube.com/watch?v=Luirzce0UF8

miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Qué estamos haciendo?

http://www.youtube.com/watch?v=ptr_lrJNNb0&feature=related (VER VÍDEO ANTES DE LEER).


Una vez visto el vídeo:


Es increíble ver cómo en el presente las guerras parecieran estar diseñadas para la destrucción irreparable del sistema cultural de la sociedad vapuleada. Vemos como se acometen cruentas guerras en contra de civiles sin importar edades, somos testigo de las consecuencias irreparables y pareciera que cada vez hay más regiones en el mundo, comunidades o sociedades, con sistemas emocionales y psicológicos destruidos, sin identidad, desplazados e incapaces de sobrevivir con dignidad en un mundo tan competitivo como el actual.

A partir de un proceso de guerra asimétrica y la reconstrucción social posterior, encontramos entonces realidades que son casi imposibles de volver a establecer. Como las guerras hoy en día buscan la destrucción de la identidad, la destrucción étnica del enemigo, es difícil entonces que dicha población que ha sido sometida a largos procesos de continua violencia bélica pueda encontrar paz y reestablecimiento en un ambiente devastado, donde la infraestructura de las instituciones que pudieran coadyuvar en el encontrar nuevamente la identidad, espacios como escuelas, hospitales, centros recreativos y de asistencia social también han sido destrozados, es mucho más complejo el poder ofrecer ayuda pertinente a la comunidad afectada.

Entonces, a partir del vídeo surgen muchas interrogantes. Qué está haciendo la comunidad internacional en términos de influir positivamente en contra de esta violenta realidad en la cual nos encontramos inmersos. Es que acaso tenemos que colindar con esas comunidades afectadas para poder generar acciones que vayan a favor de las sociedades vulnerables. Tenemos que esperar ser nosotros victimas directa o indirectamente de los efectos bélicos para comenzar a manifestarnos de diversas maneras. Un recorrido por los diversos agentes socializadores nos acerca a diversas reproducciones violentas, en la televisión por ejemplo, en el cine, video juegos que de alguna u otra manera apoyan la violencia, obras de teatro, redes sociales, entre muchas otras esferas sociales.

No podría decirse que caminatas a favor de la paz, manifestaciones pacíficas que promulguen la cultura de paz a lo largo del planeta tengan efectos significativos, pero al igual que es indignante ver las imágenes proyectadas, igualmente lo es saberse inmerso en una comunidad global en una “aldea global” que lo es para muchas cosas pero para otras no lo es tanto, que no protesta, que no levanta masivamente sus voces en contra de estas atrocidades que generan y manipulan muy pocas manos.

Pareciera que al acostumbrarnos a estas imágenes, estamos apoyando de manera pasiva los crímenes a los que a diario son sometidos niños a lo largo del mundo, igualmente, al comprar artículos de ninguna necesidad a grandes costos apoyamos indirectamente la explotación de mujeres también a lo largo del mundo. Y mientras tanto, mientras no nos afecte la realidad de “aquellos desfavorecidos” seguimos viviendo mudos, ciegos y sordos. Hasta el día en que conviertan al mundo entero en una eterna trinchera.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Murakami. Sauce ciego, mujer dormida



Sauce ciego, mujer dormida de Murakami, ha sido la última buena sorpresa que el 2010 me ha regalado en un tono subjetivo. La relación causa efecto ha puesto entre mis manos un libro que compuesto por veinticuatro maravillosas historias me ha dejado con la satisfacción de haber leído un inolvidable libro.

Veinticuatro cuentos llenos de magia, entramados psicologistas, experiencias surrealistas, enredos oníricos, etcétera. Avión… o cómo hablaba él a solas como si recitara un poema; Hanaley Bai; El hombre de hielo; Somorgujo; son algunos de los títulos que dispone éste inquietante compendio.

Leer a Murakami en Sauce ciego, mujer dormida, es como ir pasando por una serie de líneas maravillosamente estructuradas, creer que en un futuro, equis hipótesis terminará el relato, y de repente, en dos palabras ésta toma un ritmo y una dirección opuesta, definitiva e inédita, de repente, con tres palabras una sensación de escalofrío te recorre el cuerpo y la historia se hace inesperada, sublime, insospechada.

Miedo, desesperanza por llegar al clímax, buen sabor en la boca, sonrisas, movimientos negativos de cabeza, sentimiento de transitoriedad, de vulnerabilidad, y más se experimentan en éstos relatos.

Ha sido sin duda un gran estreno como Murakiana, con ganas de adentrarme en sus profundidades de fantasías, epifanías e incertidumbres. Con ganas de seguir soñando con roces de manos entre inmortales, conversar con un Somorgujo, imaginar un pequeño edificio de cuatro pisos cuando en realidad sus relatos transcurren en enormes y modernos rascacielos, recorrer el interior de estos monstruos arquitectónicos, aspirar un buen té asiático y dormir al ritmo de un piano jazz.

El próximo será Tokio Blues, esperando pueda mantenerme en un letargo, nadando entre letras e imaginando la voz autentica de un Murakami que ha sabido cautivarme.

Caracas, febrero de 2011.